(28/II/20) El Ilmo. Francisco Moreno, Obispo Primado de la Iglesia Anglicana de México (IAM), recomendó atender las indicaciones de las autoridades de salubridad, para evitar conductas de riesgo, al haberse confirmado oficialmente un caso, mientras otro está en observación; ambos en la república mexicana.
Por lo anterior, exhortó para que durante este período la Santa Comunión sea ministrada sólo con el cuerpo de Cristo (Pan) en las manos de las personas comulgantes y sin cáliz, así como evitar el contacto físico, incluyendo el intercambio de la paz, para evitar correr riesgos de contagio; recomendó que todas las personas procuren el autocuidado y el cuidado del prójimo, con la etiqueta de salud al estornudar o toser en la parte interna del brazo a la altura del codo, así como el lavado frecuente de las manos, facilitando gel antibacterial en las comunidades, y seguir las recomendaciones aplicadas durante la contingencia ocasionada hace diez años en México, por el virus AH1-N1.
A su vez, el Ilmo. Ricardo Gómez Osnaya, Obispo de la Diócesis del Occidente de la IAM, teólogo y biólogo de formación, reconoció que las recomendaciones del Obispo Primado son adecuadas para la protección de las mujeres y hombres del clero y el laicado, así como de todas las personas.
Por su parte, el Ilmo. Enrique Treviño, Obispo de la Diócesis Anglicana de Cuernavaca, agradeció la información generada por sus pares episcopales.
Una circular diocesana del Revdmo. Carlos Touché, Obispo de la Diócesis de México, recomienda también mantener el mayor espacio físico posible entre las personas.
El Obispo Primado agregó que está monitoreando los medios de comunicación y los mensajes de las autoridades de salubridad, para conocer el desarrollo de los hechos en cuanto al control del COVID-19, que causa enfermedad en las vías respiratorias, con riesgo de muerte; recomendó atender los posibles síntomas y reportar cualquier caso sospechoso, principalmente de quienes hayan visitado recientemente países como China, Corea del Sur, Irán, Italia o Japón.
El episcopado de la Iglesia Anglicana de México, expresó respectivamente sus oraciones por el bienestar físico, anímico y espiritual del pueblo mexicano, pidiendo por el eterno descanso de aquellas personas que han partido de esta vida a causa del COVID-19.