(15/XI/20) Habiendo cumplido la edad de jubilación, el Revdmo. Francisco Moreno, IV Primado de México y también IV Obispo de la Diócesis del Norte de México, presentó su renuncia a ambas tareas el pasado 12 de agosto, que se ha hecho efectiva este 13 de noviembre de 2020, cumpliendo en tiempo y forma con lo prescrito en la constitución y cánones de la Iglesia Anglicana de México (IAM).
La sucesión de la primacía será mediante sínodo provincial entre los titulares diocesanos en fecha por conocerse, mientras tanto el Obispo Diocesano de mayor edad canónica se encargará de despachar; para la sucesión en la Diócesis del Norte de México, la elección será en sínodo diocesano.
El Señor Obispo Moreno comparte aspectos de los siete años en los que se ha desempeñado como Primado de la IAM, mostrando diferentes momentos de responsabilidad, conciencia y enseñanza que la primacía le ha brindado, donde destaca el ejercicio de la espiritualidad y la hermandad entre primados, haciendo un llamado urgente a la pastoral social en los tiempos por venir.
Ha participado en diferentes momentos que quedan plasmados para la historia, como la primera visita de un Arzobispo de Cantórbery a México, sus encuentros con Francisco de Roma, la nueva relación de la IAM con la Iglesia Episcopal y la visita del biblista anglicano galardonado por el Vaticano, así como la nueva y más cercana relación con los servidores públicos encargados de los asuntos religiosos en México.
En plática con México Anglicano ha destacado con énfasis la mayordomía y la sostenibilidad como aspectos estratégicos y prospectivos para la IAM en su conjunto, ambos con base en el evangelio y el profundo amor por la IAM.
Breve relato de las experiencias de un Primado casi satisfecho
Dios me dio la oportunidad de llegar a los límites del ministerio, hice ese recorrido de la mano de Nuestro Señor Jesucristo; en ese recorrido llegué como Moisés hasta el monte Nebo tras el Jordán, hoy Jordania, e igual que Moisés escuché la voz de Dios que me dijo: desde aquí se ve la tierra prometida, pero todavía no es tu tiempo.
En esa ocasión el Arzobispo de Cantórbery, Justin Welby, nos dirigió a todos los primados en la renovación de los votos bautismales en el lugar donde Jesús fue bautizado por Juan el Bautista; esa fue toda una experiencia, pero la mejor experiencia es la que uno vive en compañía de arzobispos de todo del mundo; al compartir me di cuenta que algunos tenemos el mismo origen, cunas humildes, hogares desintegrados, problemas de toda índole; otros de buenas cunas, con mejor fortuna, pero humildes hasta lo increíble.
A tres meses de haber sido electo Primado, recibí al Arzobispo Welby y a su esposa Caroline, en la ciudad de Monterrey, un acontecimiento único para la historia del México Anglicano, en la ocasión el Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano de la Iglesia Católica Apostólica Romana, el Arzobispo Rogelio Cabrera, participó fraternalmente.
Organizamos una gran celebración; por primera vez nos visitaba pastoralmente un Arzobispo de Cantórbery, el Primado de toda la Comunión Anglicana, y como un plus dado por Dios a mi persona, festejaba mi cumpleaños sesenta y tres, acompañado por personas anglicanas de toda la provincia.
Gracias a Dios y a toda la organización que hizo posible este evento, fue un augurio de buenas cosas por venir, y así fue ya que para finales de noviembre estaba en el hospital para ser intervenido de manera urgente, y gracias a Dios todo salió bien. Gracias a las oraciones de todos ustedes tanto nacionales como extranjeras, sé que oraron por mí.
En ese mismo mes, debido a la convalecencia para mi recuperación, no pude asistir a la primera de las reuniones de Primados de Latinoamérica, realizada en Sao Paulo, Brasil, auspiciada por la Trinity Church Wall Street; delegué mi representación al Revdmo. Enrique Treviño, Obispo de la Diócesis Anglicana de Cuernavaca, y al Revdmo. Benito Juárez como invitado.
Responsabilidad
En mi opinión, creo que ser Primado es una gran responsabilidad, como persona pierdes tu identidad y sólo te queda identificarte por la función que desempeñas ante el mundo “El Primado de”, ya no eres el que se identifica con un nombre sino por su palabra, porque a final de cuentas cuando platican con uno, preguntan “¿Qué dice la Provincia de México” eso es lo que importa.
Somos portavoces de la actividad de la Provincia, de sus pensamientos, planes y proyectos, sueños, quimeras y temores, todo se vierte para compartir con otros primados que lo escuchan a uno con atención y curiosidad por un México Anglicano que no forma parte de la Commonwealt, sino de la Comunión Anglicana.
En momentos más íntimos compartimos historias propias y más familiarmente muestro mi gafete para que conozcan mi nombre, algunos sólo asienten con la cabeza, y en ocasiones me decían ¡México, mucha droga, mucha violencia, mucha corrupción! uno tiene que buscar la mejor respuesta, que hable bien del país y de la IAM; aunque en algunas ocasiones es difícil ser congruente con la realidad.
Debe uno dar respuestas a preguntas como ¿cuándo llegaron los evangelizadores Anglicanos a México?, ¿cuántas parroquias tienen?, ¿cuántos clérigos? Etc., parece que conocen poco con respecto al México Anglicano.
Cuando nos visitó el Príncipe Carlos y su esposa Camila aquí en Monterrey, al saludarlo le dije, soy el Obispo Primado de la IAM; su respuesta fue esta: ¿Cómo es posible, un Anglicano en tierras Romanas, cómo se llevan?, quizá lo dijo en son de broma, pero yo lo vi muy serio, como si ignorara nuestra existencia como Iglesia Anglicana.
Por otra parte, al concluir el Pacto de colaboración, donde la IAM recibía un importante apoyo de la Iglesia Episcopal, en febrero de 2020 el Revdmo. Michael Curry, Primado de la Iglesia Episcopal, y yo como Primado de la IAM, firmamos un nuevo convenio de colaboración durante la celebración de una Eucaristía especial en la parroquia Episcopal de San Juan, en Chula Vista, California.
En la ocasión me acompañó el Revdmo. Ricardo Gómez Osnaya, Obispo de la Diócesis del Occidente de México, quien atestiguó de parte de la IAM la firma del convenio que entre otras cosas señala que es para «compartir un ministerio de oración y colaboración a través de los dones y talentos que tenemos para ayudarnos en el crecimiento mutuo donde reflejamos el reino con nuestras acciones de justicia, paz y amor a través del servicio, la educación y la expansión del ministerio».
Conciencia
Como Primado, una de las cosas que personalmente toca es presentar a la IAM alrededor del mundo, incluyendo sus problemas; en muchas ocasiones los problemas de otras provincias son más grandes que los nuestros y tienen mayores necesidades en comparación con México; personalmente digo, México es un pueblo que con fe y esperanza camina hacia el paraíso y no está estancado en la dependencia y trabaja para comer y compartir con quienes tienen necesidades.
Esta conciencia se hace más clara cuando se tiene la fortuna de verlo personalmente en sus ambientes, como la conciencia del hambre que se sufre por la pérdida de la cosecha, la falta de oportunidades, la escases de agua, la falta de caminos, la migración obligada de los pueblos, la injusticia de los sistemas políticos, y las otras consecuencias que todos estos males generan.
Es urgente hacer algo, ponerse en acción para mitigar las cosas, ya no tanto para detenerlas, sino prevenirnos para lo que viene.
Como Primado tuve el privilegio de saludar a personas importantes del mundo eclesiástico, saludé personalmente al Papa Francisco en dos ocasiones, una cuando visitó México y otra en Roma; saludé al Patriarca Ortodoxo Griego de Jerusalén, Teófilo III; al Delegado Patriarcal Latino en Jordania, Obispo William Shomali; al Delegado del Patriarcado Ortodoxo Griego en Jordania, el Obispo Christophoros Attallah; conocí a Abdullah II, rey de Jordania, me senté a la mesa con el embajador de Inglaterra en Roma, Jill Morris.
En el Consejo Ejecutivo Nacional de la IAM, por primera vez en la historia recibimos a al titular de la Unidad de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación de México, el Mtro. Héctor Miranda Anzá y su equipo de colaboradores.
Con los arzobispos anglicanos lo que más me hizo conciencia es la humildad a la que esta misión nos llama, nuestras reuniones no sólo fueron de charlas, sino de espiritualidad; horas de meditación, estudio y reflexión, de eucaristías y muestras de humildad que nos dimos al lavar y besar los pies de los compañeros arzobispos, eso te trasforma.
En el momento en el que lavé los pies a uno de mis compañeros, y se los besé, como cuando un compañero me lavó mis pies y los besó, uno siente esa presencia del Todopoderoso en la tierra como en el cielo, los pies de una persona que pastorea un pueblo y lleva el evangelio con su máxima capacidad; aunque sea el mensaje del crucificado, es un despertar consiente de quienes somos, una gran experiencia de la cual doy gracias a Dios.
Enseñanza
Casi para terminar mi primer año como Primado, invitamos a México al experto biblista reconocido por el Vaticano con el Premio Benedicto XVI, el Revdo. Richard Burridge, rector del King College de Londres, nos dio una serie de conferencias que se alternaron entre la sede Anglicana y el centro universitario cultural de la Orden de los Predicadores; las conferencias fortalecieron el conocimiento bíblico y la convivencia del clero de la IAM.
Si bien la formación continua del clero es importante, nuestra coyuntura se ve desafiada seriamente por la mayordomía y la sostenibilidad, son aspectos que se ahondan ante la pandemia y sus consecuencias que tal parece que durarán más de lo deseado.
Mi experiencia como Primado me ha enseñado a vivir como si nada me hiciera falta pues sé que Dios actúa en beneficio de quienes creen en Él y por quienes Él tiene misericordia; lo que he recibido es mucho, aunque de ese mucho nada sea propio, y eso me llena de agradecimiento con Dios por la vida que me ha dado.
Procuro enseñar con mi propia vivencia diaria, con amor al enemigo, justicia para el más injusto de la tierra y con esperanza en el campo más árido y arenoso de la tierra de mi existir cotidiano; sé que el Señor está aquí, allá o acullá, en este preciso momento, Él nunca me ha olvidado, me ha sanado, me ha aconsejado, me ha mostrado el camino, y hasta me ha tomado de la mano para traerme a salvo a mi hogar, a mi tierra que tanto amo.
Doy Gracias a Dios por todo lo que me da, iniciando con la vida, mis estudios en el seminario que estuve a punto de abandonar, mi diaconado temprano, mi ministerio tan variado como clérigo, diez años como Obispo Diocesano, con siete de Primado, ¿quién ha tenido una oportunidad como esta?.
Qué más le puedo pedir a Dios que no me lo haya dado antes, mi buena esposa Pery que me acompañó en el ministerio desde los 24 años cuando me casé con ella, mis hijos, mi madre, y me dio la oportunidad de bautizar a mucha gente, de casar a otros tantos, de predicar miles de ocasiones, he confirmado a una multitud.
El Obispo Francisco Manuel Moreno, IV Primado de la Iglesia Anglicana de México, reconoce desde Monterrey, Nuevo León: Estoy casi satisfecho.