Compromisos de episcopado ante la injusticia sistémica

El 30 de junio de 1520, los habitantes originarios del Valle de México derrotaron a Hernán Cortés, quien lloró la derrota en un evento que por su nominación todavía genera polémica; en esta fecha informamos del documento suscrito por obispos de la Comunión Anglicana donde llaman a reconocer y enfrentar la injusticia sistémica.

(30/VI/20) El Ilmo. Francisco Moreno, Primado de la Iglesia Anglicana de México, ha suscrito los compromisos episcopales del Anglicanismo global que llaman a desafiar la injusticia sistémica, en respaldo al Ilmo. Justin Welby, Primado de la Comunión Anglicana; así como el Ilmo. Michael Curry, Obispo Presidente de la Iglesia Episcopal (TEC en inglés) y cerca de una centena de obispos.

El documento reconoce y desafía la responsabilidad del eurocentrismo, el privilegio blanco, las teologías que perpetúan el racismo, y llama a atender las voces de los pueblos originarios, con una mejor comprensión del racismo, proponiendo incluso la protesta no violenta y el boicot en favor de la justicia climática, mediando los conflictos de interés por el cuidado de la tierra y el territorio.

La Red Ambiental de la Comunión Anglicana ante el racismo ambiental

Cuando las Vidas Negras (#BlackLives) no importan

Declaración del 19 de junio de 2020

Las vidas negras se ven afectadas desproporcionadamente por la brutalidad policial; barridos a través de comunidades vulnerables abarrotadas e incapaces del distanciamiento social por la COVID-19; vertederos tóxicos se colocan junto a las comunidades pobres de los negros; indígenas son forzados a abandonar sus tierras.

El mundo tarda en responder al cambio climático, aferrándose a un injusto sistema económico. Son predominantemente vidas negras las que están siendo afectadas por la sequía, inundaciones, tormentas y aumento del nivel del mar. La respuesta mundial retrasada ante la injusticia climática da la impresión de que las vidas negras no importan (#blacklivesdontmatter). Sin medidas urgentes Las vidas negras seguirán siendo más afectados, siendo desposeídos de sus tierras y convirtiéndose en refugiados climáticos. Estamos en un momento de Kairós para luchar contra la injusticia ambiental, también debemos luchar contra la injusticia racial.

En palabras del Arzobispo Tutu “Si eres neutral en tiempos de injusticia has elegido el bando del opresor”.

La Red Ambiental de la Comunión Anglicana (ACEN en inglés) llama la atención sobre el racismo ambiental. Hoy, 19 de junio de 2020, un día conocido como june teenth en los Estados Unidos, marcando y recordando el fin oficial de la esclavitud en ese país en 1865.

Llamamos la atención en particular sobre el impacto del racismo ambiental en los pueblos indígenas diezmados por los efectos de la colonización. Las tribus de personas fueron esclavizadas y aniquiladas por duras condiciones y por enfermedades para las que no tenían inmunidad en las primeras décadas de la colonización. Grupos indígenas posteriores como los taínos en lo que ahora es Haití y la República Dominicana fueron reemplazados por pueblos esclavizados de África.

Desde los Gwich’in en el círculo polar ártico hasta las numerosas tribus de la cuenca del río Amazonas, los indígenas siguen siendo sometidos a un racismo intenso y sostenido.

Las estructuras económicas injustas y las industrias extractivas someten a los pueblos indígenas y a las comunidades negras tradicionales, a la expulsión forzada y violenta de las tierras con las que han estado conectados de manera integral durante siglos. Líderes indígenas prominentes – defensores de la tierra – de tribus como los guaraníes en Brasil, han sido asesinados y sus tribus aterrorizadas.

Por ejemplo, en Panamá, a los Guna y Embera se les concedieron derechos a la tierra bajo las Comarcas (Reserva). Sin embargo, los acaparadores de tierras -agricultores no indígenas- se apoderan de esta tierra para sus propias granjas, lo que conduce a niveles crecientes de violencia de quemas domésticas y asesinatos.

ACEN también es testigo del creciente y alarmante aumento del número de personas que se convierten en refugiados debido al cambio climático. Se estima que hay 40 millones de refugiados climáticos en el mundo de hoy, y para 2050 el número podría llegar a mil millones. Las comunidades se ven obligadas a dejar sus tierras tradicionales debido a la sequía y el aumento del nivel del mar. El cambio climático puede conducir a un aumento de los conflictos a medida que las comunidades agrícolas se ven obligadas a abandonar sus tierras a las ciudades.

En Centroamérica miles de indígenas han sido convertidos en refugiados climáticos. Al llegar a los Estados Unidos, a menudo son objeto de doble discriminación, primero como extranjeros refugiados y luego como personas cuya primera lengua es una lengua tribal en lugar de español.

Los isleños del Pacífico en lugares como Tonga y Fiji se enfrentan a la destrucción de sus hogares y culturas debido al aumento del nivel del mar.

Incluso en medio de los países más ricos los negros soportan la peor parte del racismo ambiental. Los vertederos de sustancias químicas tóxicas están situados cerca de las comunidades negras más pobres. Estas comunidades se convierten en desiertos alimentarios, carentes de acceso tanto a alimentos nutritivos como a agua potable.

Tome medidas para que la justicia climática muestre que las vidas negras importan (#blacklivesmatter) 19 de junio de 2020.

Como Red Ambiental de la Comunión Anglicana nos comprometemos a:

  • Escuchar las voces de los pueblos indígenas.
  • Reconocer y desafiar el privilegio blanco en la sociedad y en la Iglesia.
  • Reconociendo el pasado colonial de la Comunión Anglicana, sus valores eurocéntricos en curso y el dominio del inglés.
  • Identificar la necesidad de un mayor estudio y escucha activa en torno a las cuestiones del racismo.
  • Reconocer y desafiar las ideologías teológicas y las normas sociales que perpetúan el racismo.
  • Actuar en solidaridad con las poblaciones vulnerables que sufren ecoinjusticia mediante acciones tales como: promoción del cambio de políticas a nivel nacional y regional; protesta no violenta; boicots.
  • Actuar como mediador entre los pueblos indígenas y los agricultores o las industrias extractivas, entender los marcos jurídicos involucrados.

Fortalecimiento del Conapred

En el mes de junio los múltiples rostros de la discriminación han sido globalmente confrontados, particularmente la basada en el racismo, a consecuencia del abuso de poder policiaco que le arrebató la vida a George Floyd en Estados Unidos, todo indica que el motivo fue su ascendencia afro.

El video se viralizó en las redes sociodigitales, contagiando protestas en diferentes países y también han ganado disculpas, como el mensaje de Justin Welby, Arzobispo de Cantórbery y Primus Interpares de la Comunión Anglicana, quien se disculpó por “el racismo consciente” de la Iglesia de Inglaterra.

En México, a principios de junio se hizo público que un grupo policiaco detuvo Giovanni López, trabajador de la construcción y que posteriormente fuera localizado sin vida; lo que también generó protestas y nuevos abusos policiacos en nuestro país.

En este ambiente informativo, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) organizó un foro sobre racismo y clasismo en México, que canceló posteriormente expresando que no era pertinente “en este momento”, debido a inconformidades cuantitativa y cualitativamente destacadas.

Se han puesto en duda los aportes del Conapred, a tal grado que incluso se ha mencionado la desaparición o dilución de la dependencia que promueve la inclusión y la no discriminación, incluyendo la religiosa.

Vale insistir que la discriminación tiene múltiples rostros, los cuales obstruyen el acceso a bienes, servicios y oportunidades a personas o sectores, únicamente por ser diferentes, y que el Conapred ha enfrentado múltiples embates con argumentos sólidos.

La Iglesia Anglicana de México ha sido cordialmente invitada a participar en la mesa de Religiones por la Inclusión que sesiona regularmente por convocatoria del Conapred, lo cual le ha permitido articular con otras dependencias tanto estatales como federales, con equidad y voz propia incluyendo foros especiales y medios de comunicación.

En el intercambio también se nos han compartido acciones, actividades, campañas, insumos informativos y diferentes materiales de comunicación para visibilizar la compleja diversidad nacional como una gran riqueza.

En este sentido consideramos que el Conapred debe ser fortalecido para el expedito logro de su cometido.

La fe del padre de la epidemiología moderna

John Snow (York 15/III/1813- Londres16/VI/1858) fue el primero de los nueve hijos de Francis y William; su familia vivía en North Street, junto al río Ouse.

La fe era una parte central de la familia Snow; asistían a la congregación de Todos los Santos en la calle North Street de York, una parroquia Anglicana donde fueron bautizados todos sus hijos, incluido John Snow. Al final de su vida, ambos padres solicitarían ser enterrados en Todos los Santos North Street, a pesar de que se habían mudado de York.

Alrededor de los 6 años de edad, John Snow asistió a una escuela de York; probablemente fue la Escuela Dodsworth en Bishop Hill, que facilitaba lugares a la parroquia de Todos los Santos; el plan de estudios de la escuela incluía lectura, escritura, aritmética y biblia; las matemáticas y la historia natural eran sus materias favoritas.

Snow no tenía posibilidad de acceder a la universidad por lo que tomó la ruta de ser aprendiz de un cirujano titulado, con la esperanza de que algún día aprobaría el examen de medicina.

El aprendizaje de Snow comenzó en 1827 y duró nueve años; a los 17 se hizo vegetariano y permaneció así hasta los 25 años, también asumió la causa de la templanza (sin alcohol).

Trabajó con un boticario amigo de Charles Empson su tío materno; Snow se dio tiempo para asistir a clases en una empresa pionera que condujo al establecimiento de una escuela de medicina moderna.

Cuando tenía 18 años, Snow fue enviado a dar asistencia médica en Killingworth, donde los mineros y sus familias fueron víctimas del primer brote de cólera.

A los 20, Snow se convirtió en asistente de boticario durante un año, y pasó a ser aprendiz de medicina durante dieciocho meses.

A los 23 años ingresó a la Escuela de Medicina Hunterain, graduándose como médico por la Universidad de Londres, para establecerse en la zona londinense de Soho.

Snow fue admitido en el Colegio Real en 1850 e hizo investigación sobre la respiración y el comportamiento de los gases, con lo que diseñó un dispositivo y una guía que mejoró la práctica de la anestesia, transformándose en uno de los más prestigiados especialistas del Reino Unido.

En 1854, cuando brotó la tercera epidemia de cólera, Snow estaba listo; tocó puertas y entrevistó a familias contagiadas en la zona del brote. ¿Qué tenían en común? Conseguían su agua en la bomba de Broad Street, en el barrio de Soho.

A su vez, el clérigo Henry Whitehead, encontró la misma conexión con la bomba de Broad Street al entrevistar a los lugareños que no habían contraído el cólera; estas personas no habían usado esa bomba.

Cuando la Junta Parroquial de St. James estaba en sesión el 7 de septiembre de 1854, autorizaron el uso de la palabra al Dr. Snow, quien centró su atención en la bomba de agua en Broad Street; la gran receta era retirar la manija de la bomba, y aunque la congregación se mostró incrédula retiró la manija y la epidemia se detuvo.

Snow fue condecorado en vida por su paciente la reina Victoria; en 1971 se estableció la medalla al mérito médico con su nombre; la Universidad de Durham le puso su nombre a la escuela de medicina en 2001; los médicos británicos lo reconocieron en 2003 como el más importante de todos los tiempos; en 2010, se erigió una placa con su nombre en Londres señalando sus importantes contribuciones.

La experiencia de Snow a los 18 años durante la primera epidemia de cólera en Killinworth le dio un sentido de misión, que continuó en su posterior práctica médica; actualmente es considerado padre de la epidemiología moderna.

Tormenta sobre familiares en búsqueda

Enfrentando las inclemencias I

(8/VI/20) Un grupo de familiares en búsqueda de víctimas de desaparición forzada se encuentra en plantón en el zócalo de la CDMX, exigiendo el cumplimento de la palabra del presidente de México cuando declaró que no se limitarían los recursos para la búsqueda de personas desaparecidas; la protesta se generó por el amago de recorte presupuestal.

El zócalo fue afectado por la fuerte granizada que cayó esta tarde, lo que implicó que el campamento del plantón quedara inutilizable, por lo que se instaló una comisión para proseguir la protesta y presentar sus propuestas alternativas para que la búsqueda continúe.

Las personas que lo requirieron fueron acogidas en la parroquia anglicana de la Sagrada Familia; en su mayoría mujeres maduras, aunque también hay adolescentes, jóvenes y de la tercera edad, el grueso del grupo es del estado de Guerrero, incluyendo a personas de Veracruz, Tamaulipas y Chihuahua, prácticamente todas duermen en el suelo y las mayores en algunos sillones.

El eje de Iglesias y comunidades de Fe articuló la respuesta de apoyo realizado con el respaldo de Gabriela Juárez, del Observatorio Eclesial; el Centro de Estudios Ecuménicos, la Red Retoño y el Grupo de Investigación en Antropología Social y Forense -con quienes se gestionó el hospedaje- proveyendo cobertores, ropa, insumos de higiene personal, calzado y alimentos, para pernoctar de mejor manera.

El ecumenismo hermanado discierne cómo mejorar su respaldo al grupo en protesta, para que sus demandas sean atendidas favorablemente con agilidad, reduciendo el riesgo de contagio y superando la revictimización en la que se encuentran, recordando que la paz es fruto de la justicia.

La noche, el cansancio del día y la tormenta menguante, arrullaron al grupo que durmió tan pronto como pudo, con la determinación de perseverar en su demanda a pesar de la adversidad climática y la burocrática, como reza el himno del evangelismo histórico: Firmes y adelante #HastaEncontrarles.

Enfrentando todas las inclemencias II

Trinidad en Unidad y amor

La pandemia ha unido al mundo en oración, podemos ver a mujeres y hombres de diferentes denominaciones de la cristiandad, diferentes confesiones religiosas, y también hemos visto a líderes políticos de diferentes naciones en oración; sin embargo, también hemos visto algunos líderes políticos justificando el abuso incluso con la Biblia en la mano y llamando a oración por intereses contrarios al bien común ¿será que oran al mismo dios?

La sabiduría popular nos recuerda que “cada cabeza es un mundo”, penosamente hoy podríamos parafrasear que cada cabeza tiene su propio dios; esto deja ver la vigencia de la expresión del místico cuando dice que “lo que decimos de Dios habla más de nosotros mismos que de Dios”.

Al revisar los evangelios no parece que Jesús nos enseñe que su Dios y Padre acepte que se beneficie a unas personas perjudicando a otras, por el contrario nos llama a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

¿Entonces cuál es el Dios de la cristiandad? acaso el Dios y Padre de Jesús, quien nos enseña que solamente en el amor se puede mostrar que somos sus seguidores.

Ocho días después de la celebración de pentecostés, se nos exhorta a reflexionar a cerca de la Trinidad, que para la cristiandad es unidad; la divinidad creadora, que es la misma divinidad liberadora y que nos guía para avanzar en semejanza de la misma divinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Dios creador que renueva permanentemente su creación, y que en Jesucristo nos muestra cómo hacer su voluntad, guiándonos para vivir en armonía consigo, con el prójimo y con nosotros mismos.

Jesucristo confía a sus testigos que hagan sus seguidoras a todas las gentes, renovándolas con el bautismo trinitario y que les enseñen a amar a Dios y a amar al prójimo.

Enseñar puede ser una labor en el salón de clases, o como se ve ahora a través de las redes sociodigitales; pero también puede ser testimoniar, es decir, vivir de tal manera que el mundo vea y sepa que su pueblo fiel sigue las enseñanzas de Jesús agradando a Dios, con la luz del Espíritu Santo.

El Dios y Padre de Jesucristo es amor, y envía a su pueblo a amar en el ejemplo de Jesús; podemos entender que Dios nos crea, nos libera y nos guía por amor.

Amar a Dios y amar al prójimo como a nosotros mismos, enseñará al mundo que hacemos su voluntad, y esto sólo es posible guiados por su Santo Espíritu.

Más allá de las canciones vernáculas y las dramáticas que rodean nuestra vida, amar como Jesús implica servir a nuestro prójimo; Jesús no les hizo exámenes escolares, ni les dio certificados con validez oficial, sino que después de haber lavado los pies de los doce –incluyendo al traidor- les recordó que él, su maestro, les había dado una enseñanza: amar como él ama.

Discernir el misterio de la Trinidad es una tarea permanente, no de un Domingo y quizá más allá de un concepto, podríamos vivirlo, procurando seguir el camino que Cristo mismo nos ha enseñado.

Reflexionar la Trinidad en lo profundo de nuestro corazón y dar testimonio con nuestra vida, para que el mundo vea y sepa que somos discípulos de Jesús, quien nos muestra a su Dios y Padre, precisamente amando.

Si lo que decimos de Dios habla más de nosotros mismos que de Dios; nuestra vida es el testimonio inevitable del dios de nuestra comprensión; cada cabeza es un mundo y parece que cada cabeza tiene su propio Dios.

Reflexionemos si el dios de nuestra cabeza y nuestro corazón es el mismo que el Dios y Padre de Jesús, o quizá sea necesario cambiar nuestro rumbo con la guía del su Espíritu Santo, para amar de acuerdo a la enseñanza de Jesús y ser mejores discípulos suyos.

Pastoral de la Salud

(5/VI/20) Con un mensaje del Ilmo. Francisco Moreno, Obispo Primado de la Iglesia Anglicana de México, adjunto se envía la versión electrónica de «Apuntes sobre la Pastoral de la Salud».

Desde 1974, el 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y este año 2020 la ONU subraya su íntima relación con la salud humana, con un mensaje que incluye palabras como las siguientes:

LA BIODIVERSIDAD Y SU CONEXIÓN CON EL SER HUMANO

La biodiversidad es la base que sustenta toda la vida en la tierra y debajo del agua. Tiene relación con todos los aspectos de la salud humana. Proporciona agua y aire limpios, alimentos nutritivos, conocimiento científico y fuentes de medicamentos, resistencia a enfermedades naturales y mitigación del cambio climático. Cambiar o eliminar un elemento en esta intrincada red afecta todo el sistema de vida y puede producir consecuencias negativas.

Esperando que estos apuntes contribuyan a su ministerio, quedamos en la mejor disposición para atender sus comentarios al respecto por esta vía de comunicación.

SALUDos y bendiciones.

P. Arturo Carrasco-Gómez
Oficial Provincial de Comunicación
Iglesia Anglicana de México

Pastoral de la Salud